martes, 29 de abril de 2008

Tu luminosa plenitud

Tu luminosa plenitud asecha los campos grises de la inacción. Tu sol empieza a salir de vuelta como si nada hubiera ocurrido.
El tiempo se detiene a tu paso. Los infértiles deseo de ayer vuelven a tomar forma, una ves más, de vuelta están ahí, a la espera del gran encuentro.
Sal de las sombras de una ves y para siempre, te quiero ver entera sin misterios, es que en todo este tiempo me he perdido en tus laberintos encumbrados.
Tal ves tenga otra oportunidad, pero esta ves quiero que sea para siempre.

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