jueves, 28 de mayo de 2009

Con V de vuelve… (y no es Perón)


A lo largo de esta década ya nos hemos acostumbrado a que todo vuelve. En el plano de la música y las bandas de rock, éstos han sido los años del regreso de viejas glorias bandas de décadas anteriores. En el cine ni hablar. Ya nos resulta normal los continuos revival que aparecen montados en costosas producciones hollibudenses.

A la reunión de grandes bandas, reversiones de películas y al auge de las fiestas temáticas ochentonas y setentonas se le agrega ahora la reversión de V Invasión extraterrestre, aquella serie que disfrutamos tanto los que como yo vivimos nuestra niñez en los años ochenta.

Desde ya me parece que no va a estar tan buena como la original pero, la nostalgia nos movilizará para verla, buscar similitudes y diferencias, en fin…

La producción emitirá en pocos meses en EE UU e irá por la cadena ABC. Su producción estará a cargo de Scoot Peters y tendrá un par de caripelas conocidas en otras series de ciencia ficción como Elizabeth Mitchell (Lost) y Joel Gretsche ( Los 4400, Taken)

Nos resta saber quien será el Donovan de esta nueva serie, la hermosa Julie, la malvada Diana, en fin esperemos que baje pronto para el sur así nos decepcionamos de una vez por todas.

Ser fiestero también es un buen negocio

¿ ?


Hace tanto que no sabía nada de vos

Otra vez me pusiste contra la pared

Me haces dudar

Aunque no si esta vez podré

¿Provocativo?

Todavía me acuerdo de esa afirmación:
-Si me apuras un poco, te digo que Paul Mc Cartney era mejor que John-

miércoles, 20 de mayo de 2009

Murias canta así

La visita más bizarra…


Si de bizarro se trataba, el próximo sábado estará ese muchachito llamado Pablito Ruiz, va Pablito che… después de todo es como si fuera un niño todavía.

Lo que no me cabe es el lugar donde “cantará”, es decir no me cabe Pablito Ruiz. ¿Tenía que ser ahí? Se les fue la mano Dorian, eso no es vanguardia, eso es retaguardia, algo que Pablito se ha encargado muy gustosamente de descuidar…

Nunca supe (que hacer)


Me volví un estúpido por un instante, no sabía que hacer
Es un momento terrible, porque uno no sabe que pensar ni hacer.
No se si mirar y sonreír o posar de exponente ideal
Es una situación incomoda
Ella me desnuda con sus ojos
Su mirada tiene impunidad y eso me molesta
Ella sabe lo que quiere
Mientras yo sigo preso de mi dilem

Sin dirección

Mi voto siempre fue testimonial, pero esta vez… esta vez nada de nada. Nada por aquí, nada por allá. No hay nadie a quien votar, mi voto es nulo.

lunes, 18 de mayo de 2009


La noche de los feos
[Cuento. Texto completo]

Mario Benedetti

1-

Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.

Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.

Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.

Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.

Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.

Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.

La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.

La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.

Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo.

"¿Qué está pensando?", pregunté.

Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.

"Un lugar común", dijo. "Tal para cual".

Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.

"Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?"

"Sí", dijo, todavía mirándome.

"Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida."

"Sí."

Por primera vez no pudo sostener mi mirada.

"Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo."

"¿Algo cómo qué?"

"Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad."

Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.

"Prométame no tomarme como un chiflado."

"Prometo."

"La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?"

"No."

"¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?"

Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata.

"Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca."

Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico.

"Vamos", dijo.


2

No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.

Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron.

En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.

Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas.

Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.

Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.

FIN

martes, 12 de mayo de 2009

El universo emite sonidos pop


Desde la semana pasada ya cuento con el nuevo trabajo discográfico de Depeche Mode después de casi cinco años retornan al centro de la escenacon un disco llamado “Sound of Universe”.
Es un alivio después de tanta espera y a la espera de que toquen en Buenos Aires por fin aire fresco.
En lo estrictamente musical la banda mantiene el esquema sonoro que los ha caracterizado en esta década. Las canciones están hegemonizadas por la voz de Dave Gahan acompañados de ruidos y efectos. Por momentos se escuchan buenas melodías, por momentos se pone oscuro, retorcido y lacerante. En este sentido es necesario señalar que después de la partida de Wilder Depeche nunca volvió a sonar como en aquellos tiempos y esto hace que el sonido de Depeche pierda elegancia. El disco se compone de 13 canciones y fue producido por Ben Hilier.
Para concluir tengo que decir humildemente que un disco de Depeche Mode siempre es recomendable, es que son de esas bandas que nunca defraudan aunque nos gusten algunas canciones más que otras, algunos discos más que otros , en fin. Solo hay que reconfortarse y disfrutar que este tipo de bandas sigue produciendo de manera más espaciada pero de vez en cuando vuelve y se pone la mejor pilcha, brindemos por eso.

Depeche estrenando corte

Babasónicos le da pista al semillero



El próximo 16 de mayo la banda liderada por Adrián Dargelos se presentará en el club ciudad de Buenos Aires. La novedad radica en que la apertura estará a cargo de Coco, Travesti, El mató a un policía motorizado y Victoria Mil. De esta manera el público más genérico de Babasónicos podrá ver en acción a estas bandas del circuito independiente porteño.

Piti internado


La despedida de intoxicados no terminó en la última edición del Cosquin Rock. Como Diegote primero y Charly después Piti está internado en una clínica psiquiatrica.
Pararece que Piti está decidido a "desintoxicarse completamente". Sergio Denis ya le habría ofrecido su ayuda al rokero.
¿No será mucho Piti?

Piso 24

Piso veinticuatro
con vista al río
ahora tengo más tiempo
para la radio
 
Mientras ella finge leer
una revista extranjera
me gusta mirar
sus piernas enfundadas
en medias de seda
 
Sin amor
No creo en el amor
Todos tienen
un tiempo salvaje
alguna vez ojos eléctricos
todo eso
ya no parece importarme
pienso en el tiempo
finalmente endurece
 
Sin amor
No creo en el amor
 
Daniel Melero.

martes, 5 de mayo de 2009

¡¡ Depeche en Argentina !!


Y se confirmó nomás. A través de su sitio oficial Depeche Mode anunció su visita a nuestro país el 17 de octubre próximo. De esta manera la banda británica tocará por segunda vez en nuestro país. Anteriormente había estado en 1994 en el estadio de Velez Sarfield. La presentación se da en el marco de la presentación del nuevo disco llamado “Sound of the Universe” de reciente aparición. El lugar aún no esta confirmado. Pero por ahora es lo de menos. Sabemos que vamos a tener que viajar a Buenos Aires para darle nuestra lealtad a David Gahan y cía.

Dejame


Dejame que te encuentre en mis más oscuros pensamientos

Dejame que mis ganas te atrapen

Dejame dejar vivir a tu acecho

Dejame que te encuentre

Dejame decirte

Dejame dejarte.

Andrés Calamaro tenía razón


Elvis está vivo y vive en Villa Crespo

Abstracto 13


El pasaje permanece oscuro y deshabitado.

Tus huesos se estremecen por el frío que te consume

La esperma navega sin destino cierto por las venas

Buscando

La humedad que te delata

En el pasaje oscuro, deshabitado y sin victorias

El pasaje permanece oscuro y deshabitado.

Tus huesos se estremecen por el frío que te consume

La esperma navega sin destino cierto por las venas

Buscando

La humedad que te delata

En el pasaje oscuro, deshabitado y sin victorias

viernes, 1 de mayo de 2009

La pista resiste


Es hora de rebeldía.
* Contra los coimeros de Giacomino
* Por nuestro derecho a divertirnos
* Que se vayan todos
* Nosostros nos cuidamos solos

¡¡ NO NOS QUITEN LA ALEGRIA INSPECTORES DE CUARTA !!