Cuando entre en la vieja casona, el teléfono llamaba por cuarta ves, no me atreví a levantar el tubo subí por la escalera, entré a unos de los cuartos, salí al balcón que daba al patio, no había nadie, la casona parecía abandonada. Bajé, caminé diez pasos, el teléfono había dejado de sonar. Me percate de un sótano, decidí bajar, prendí la linterna, estaba muy oscuro, había una vieja aparador y un placard, abrí una de sus puertas y ahí lo encontré.
Gony
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