lunes, 28 de enero de 2008
Dios le da pan al que ya tiene factura
Es bastante frecuente en el universo masculino despotricar y desmoralizarse cuando vemos a una chica hermosa (a nuestro entender) con un flaco que no se lo merece, porque el contraste es muy grande, porque nosotros, sin haber sido privilegiados por la naturaleza, creemos firmemente que somos más que ese pibe, porque lo conocemos y sabemos que ya tiene novia y que tampoco está fea, porque encima no tiene un peso partido al medio, y por mil motivos mas, que no conviene seguir enumerando para no tentar al suicidio.
¿Como explicar esas cosas? ¿Como encontrar una razón que justifique tan maña injusticia? La verdad que es difícil encontrar una explicación científica razonable para esto, a veces creo que es un caso que solo lo pueden resolver los agentes Mulder y Scoli, que se trata de un expediente “X”. Pero como decía un ex presidente “La única verdad es la realidad”, y la realidad dice que algo le debe haber visto la mina, algo sucedió en su cabeza que la indujo al flaco de la injusticia. Esta demás decir que este articulo no tiene final, no lo pude encontrar El único consuelo que nos queda es soñar con que alguna vez nosotros pudiésemos tener la suerte de ese flaco, aunque lo dudo bastante.
Ahora, una cosa: que gusto raro tienen las minas no??
Gony
ENTREVISTA > RADIOHEAD
"Para nosotros, fue algo liberador"
Thom Yorke y Colin Greenwood en una entrevista para Clarín hablan de su álbum "In rainbows" y develan cómo se escaparon de la prisión discográfica.
Creo que es importante (para aquellos que nos gusta la buena música) reproducir esta entrevista con Radiohead, ya que se trata de una de las bandas mas interesantes que han aparecido en los últimos15 años; ya sea por su calidad compositiva como asi también en la experimentación constante llevada a cabo en lo musical. Ahora Radiohead rompe otro esquema saliendo del circuito industrial discográfico.
________________________________________Phil Hoffman . Especial para Clarín
El fin del comienzo": con este título tan irónico como contundente (publicado, claro, en su blog), Radiohead anunció que el martes se terminó el período de gracia para bajarse de Internet In Rainbows, el disco que cambió todo. En el año en que Prince regaló su álbum con un diario (en paradógica convergencia digital-papel), "la banda definitiva del siglo XXI" alteró las reglas de una industria que pide oxígeno desde hace años: por el disco pudiste pagar lo que quisiste. Eso incluyó, obvio, la opción "nada". ¿Maniobra revolucionaria o astuto truco de marketing?
En los pasillos del lujoso Landmark Hotel, en Londres, hace calor y hay olor a humedad. Thom Yorke aparece en la sala, un hombre pequeño y claramente agotado por todo un día de entrevistas. Con su barba de un rubio pálido y sus ojos perezosos, tiene algo de Vincent van Gogh (pero con las dos orejas). Está vestido de manera impecable y se sienta al lado de su compañero de banda, el bajista Colin Greenwood.
-¿Cómo fue la aventura de Internet?
Thom: -Aproximadamente la mitad de la gente pagó por el disco. Pensábamos que nadie lo haría... ¡Pánico!
-Supongo que hay alguien sentado en una oficina contando la cantidad de descargas, el dinero que entra y las suscripciones para la caja especial que incluye un segundo CD...
Colin: -Nuestros padres están trabajando en eso. Son viejos, no tienen otra cosa que hacer. ¡No, es un chiste! Ayer hablé con nuestro representante y me dijo que el comportamiento de descarga es más o menos igual a lo que era el de compra cuando vendíamos en las disquerías. El 60 por ciento de las descargas se produjo en la primera semana.
Thom: -Hemos pasado la marca del millón de descargas...
-¿Y por qué decidieron llamar el álbum "In Rainbows"?
Colin: -Suena bien, como si hubiera un final abierto.
Thom: -También es coherente con el arte de tapa. Muchas veces pasa que el arte de tapa te da una idea. El diseñador Stan Donwood estaba haciendo una cosa muy loca que parecía el estallido de un tintero. Todo empezó cuando una noche accidentalmente volteó una vela: escaneó la cera y el resultado fue lindísimo, y además encajaba con el título. Me dio como una fijación con las palabras "in rainbows". Cuanto más pensaba en ellas, más parecían estar de acuerdo con la idea de tratar de lograr algo que no se puede lograr, algo que está allí cerca pero que no lo podés alcanzar.
-Algunas canciones parecen referirse a la naturaleza, a que los seres humanos no entienden lo que hacen.
Thom: -Nunca lo oí expresado de esa manera pero suena genial.
-Por ejemplo, esa canción sobre los peces ("Weird Fishes/Arpeggi") dice "la gente está envenenando el mar, ¿adónde pueden ir los peces para escapar?".
Thom: -Para mí la cita más importante de las letras de este álbum es la palabra "denial" (negación) del tema House of Cards, porque es el punto de partida de todo lo que contiene el disco.
-Mientras venía para acá, pensaba: "Estos tipos son no logo' y yo tengo un logo en la remera y otro en el saco"...
Thom: -Y aquí hay otro (señalando sus zapatillas blancas). No podés escapar de ellos.
-En otras palabras, ¿aquello contra lo que nos sublevamos espiritualmente es lo que hacemos todo el tiempo?
Thom: -Compuse el álbum desde una perspectiva no antagonista. No trataba de buscar pelea. Ese era mi estado de ánimo. Este es un álbum personal o, al menos, humano. No trataba de emitir juicios. Sólo quería cantar desde mi estado de ánimo.
-¿Poner el álbum en Internet fue un genial truco de marketing?
Thom: -Eramos concientes de ese riesgo de antemano, de que el tema de la descarga iba a opacar el contenido del disco. Sabíamos que iba a haber muchas críticas y alboroto y que eso distraería del álbum. Lo interesante es que la descarga está libre de DRM (Digital Rights Management): o sea, todo lo que descargás lo podés copiar y mandárselo a alguien. Lo que tratamos de hacer fue distribuir la música lo más ampliamente posible, sin restricciones. Pero tendremos que esperar a ver qué pasa: no hay garantías de que las radios la difundan.
Colin: -La distribución por Internet me recuerda a un concierto. Cuando das un show, no sabés cómo le caerá al público. Pasa lo que pasa. Haber puesto el álbum en Internet me hace sentir más cerca de los que aman nuestra música: no hay ninguna institución entre nosotros y ellos. A todos se los trata igual.
-¿Discutieron durante horas antes de decidir poner el álbum en Internet?
Colin: -Fue una decisión muy armoniosa. Por fin podíamos decidir por cuenta propia cuándo y cómo se iba a editar la música. Compará eso con las reuniones de marketing de tres horas que teníamos con EMI, donde había que hablar con cada gerencia. Lo maravilloso es que ahora podés ver cómo nace una obra: es mejor que sacar un single cuatro semanas antes del CD y preocuparte por si va a ser un éxito. Para nosotros, fue algo muy liberador.
-Algunos dirán que Radiohead está haciendo un planteo ideológico: que la música ya no vale nada.
Colin: -No es necesariamente cierto que la música ya no vale nada. La pregunta del momento más bien es: ¿toda la música vale lo mismo? Porque si vas a una disquería, todos los álbumes cuestan parecido...
Thom: -El tema de la descarga es parte del debate actual sobre el valor de la música. Los que más se quejan son los tipos de la industria discográfica porque tratan de proteger sus ganancias. Y a los artistas que se quejan, les diría que se dirijan a su sello: "De todos modos no te están pagando nada, ¡ya estás perdiendo!".
Con aire de rock ingles! (pero desde New York)
Hace unos años cuando empezaba a abrirle mas el oído al retro-rock o nuevo rock (como mas les guste) escuchaba de a ratos una canción que me empezaba a fascinar, de a momentos la escuchaba cuando la pasaban por la radio, el tema me sonaba a New Order, mas precisamente al viejo clásico de principio de los ochenta Blue Monday, pero no se trataba de blue Monday remixado por otra banda, era otro tema que tenía elementos musicales de los ochenta y de New Order. A partir de allí comencé a interiorizarme más sobre esta banda hasta que tuve el disco en mis manos, o mejor dicho en el disco duro de mi pc. Y realmente me encantó, se trataba de The Bravery, una banda de New York que de americana no tiene nada, la canción en cuestión era Honest Mistake, con un sonido del bajo muy particular que me retrocedía en el tiempo al tecno-pop de New Order.
Afortunadamente no se trataba solo de un tema, el disco de los Bravery estaba bueno de punta a punta. También pude ver más cosas en su música, pude advertir una dosis de oscuridad más que interesante e imperiosamente necesaria si vamos a tener aires ochentosos. El disco en cuestión editado en 2005 (Advance), es un disco que uno podría caracterizar como de “bailable! Pero con finos toques darkoides llevándonos a la otra gran influencia que uno puede percibir en The Bravery como es el caso de The Cure, los reyes de la oscuridad. Una síntesis entre estas dos superbandas es lo que yo advierto en este disco. Una banda que parece inglesa pero en New York.
El año que pasó nos trajo su segundo trabajo The sun and the moon, donde se ven cambios con respecto a su primer disco fundamentalmente en lo que hace al sonido, se trata de un sonido mas crudo y desprolijo, con guitarras algo mas distorsionadas, y en general mas rockero y menos bailable.
Es cierto que estas bandas tienen un trabajo muy arduo de aquí en adelante, que les va costar mucho sobrevivir en este panorama por la que atraviesa el rock, es decir esto de hacer música con el oído muy puesto en lo que ya se hizo y muy bien pero que en la actualidad ya no resulta trasgresor ni genera sorpresas. Tampoco creo que alguien sepa a ciencia cierta hacia donde vamos con el rock, si las maquinas son el futuro, o si hemos llegado al último estadlo final de esta música.
Mientras tanto yo les propongo que escuchemos a los Bravery aptos tanto para una fiesta un viernes en la noche, como así también escucharlos en soledad los domingos a la tarde.
Gony
Essors abstraient (fase1)
El complejo inequilibrio sobrevuela nuestros destinos.
La princesa juega a las escondidas, a veces subo hasta piso 24 para tratar de verla, pero no la encuentro, parece invisible. ¿Será que la histeria muere cuando te vas?
No tenes idea de cuanto te he amado y odiado, muchas veces al mismo tiempo.
Estuve olvidandote sin que lo notes, aunque no estoy seguro de haberlo logrado, podría aventurar que no he podido sacarte de mi cabeza, igual estoy tranquilo ahora.
El otoño se aproxima transformando nuestros deseos inconclusos. Mi sed está afilada. El sol sale una ves más, creo poder disfrutarlo, aunque no se si puedo aprovecharlo.
He decidido ya no buscarte, es mejor que me encuentres vos. El valle de valium y el lago que está en el cielo nos está esperando.
Gony
Las maquinas no solo son cosas de chetos. Historia de la Música electrónica (primera parte)
Con el objeto de desentrañar ciertos prejuicios instalados en un sector fundamentalmente de la juventud es que expongo a continuación un extenso estudio del desarrollo histórico de la denominada música electrónica. Es necesario comprender que no se trata de solo de chetos, o que en todo caso la electrónica tiene varios añitos mas, incluso que el propio rock.
En tiempos de tanta decadencia cultural en nuestro rock criollo, es que considero importante dejar en claro cuestiones básicas referentes a este estilo de hacer música que cada ves se extiende mas y amenaza con ser la única salvación para el rock.
De esta manera se presenta un recorrido histórico expuesto en varias partes (tal ves tres) que van a ir apareciendo semana a semana con la respectiva actualizacion del blog
El objetivo de este artículo no será simplemente llevar al lector a conocer un conjunto de sucesos ocurridos sobre una línea de tiempo, sino que también tratará de demostrar que las ciencias y las tecnologías aplicadas a la música han sido siempre positivas y han formado la evolución propia del mundo musical. No han generado mundos enemigos, sino diferentes sabores para que cada uno elija según su paladar.
Introducción
Hoy en día solemos concebir al mundo musical como un mundo invadido por la tecnología, diferenciando incluso con algo de rivalidad al mundo acústico del mundo electrónico ó informático. Algo así como un debate entre conservadores, que afirman que los cambios introducidos en la música desde la implementación masiva de nuevas tecnología en la industria de los instrumentos musicales ha alterado significativamente los antiguos valores del arte musical, y los revolucionarios, que encuentran en estos cambios nuevas puertas hacia horizontes aún no transitados.
Lo cierto es que al investigar y conocer la historia, y ver los diferentes escenarios desde un punto de vista algo más neutral, nos damos cuenta que en cada periodo han existido problemáticas parecidas, pero asimismo, es en realidad esta combinación entre ciencia, tecnología y arte la que ha impulsado tanto al desarrollo artístico como al tecnológico.
En los principios, la música era concebida como una rama más dentro de las ciencias, ya que se trata de un arte que nace de la aplicación matemática. Las notas musicales, los acordes y las escalas, han nacido de complejas fórmulas matemáticas que han sido estudiadas y desarrolladas desde más de mil años antes de cristo. Y más aún, cada instrumento musical fue desarrollado en base a una combinación entre las tecnologías y conocimientos científicos más avanzados de cada época.
Las primeras maquinas musicales
No es posible saber con exactitud la fecha en que se empezaron a desarrolar instrumentos tecnológicos musicales evolucionados, pero sin duda que tenemos que retroceder bastante en el tiempo…
Es en el siglo III(ac) que ingenieros griegos crearon una imponente maquina parecido a un organo, pero que funcionaba con agua como su nombre lo indica “Hydraulas”
Conformado por una cisterna, tuberías y cámaras, creaba presión de aire de forma hidráulica. El aire salía impulsado por un conjunto de tubos logrando un sonido fuerte y penetrante.
Aparecieron de este modo algunos otros instrumentos extraños durante esta prehistoria músico-tecnológica: Alrededor de 1400 se encuentran registros del Hurdy-Gurdy, instrumento Celta de aspecto parecido al de un violín. Funcionaba girando una manivela que giraba a su vez una rueda de madera friccionando un conjunto de cuerdas. Un instrumento de cuerda frotada, como lo es el violín, por ejemplo.
Entre 1500 y 1600 aparecieron otros dos, el Archicembalo (instrumento microtonal) y el Organum Mathematicum, en el que a través de un mecanismo que interpretaba funciones matemáticas se representaban escalas, ritmos y tiempos.
Estos dos últimos instrumentos, si bien habían sido destinados a la creación musical, parecían más bien sofisticados dispositivos de cómputo. Asimismo, aún no estaba del todo definida una escala musical universal, y en general, los que estaban ligados a la música eran una combinación entre músicos y científicos que buscaban precisamente definir una escala musical precisa. Esta clase de aparatos musicales no dejaban de ser experimentos y herramientas de experimentación con los que se valían para buscar este objetivo.
A diferencia de estas máquinas extravagantes, en el año 1759 aparece un prototipo de piano electro-estático que dejaba atrás la imagen escandalosa de los inventos anteriores, tomando un perfil más adecuado para el concepto común de "instrumento musical".
Se trataba del Clavecín Electrique, también conocido como Clavicémbalo Eléctrico, presentado por primera vez en Paris, Francia, por sus creadores los hermanos Laborde (aunque todavía no presentaban un modelo definitivo).
En esos años ya había prototipos de Forte Piano y se usaban todavía la Espineta y el Clavicordio; era la época del periodo tardío Barroco y el apogeo del Clasicismo Vienes.
Durante estos años (1700) comenzaba a darse entre los músicos una suerte de atracción por un concepto reciente, muy poco popular, al que llamaban Música Automática. Se iniciaría así una nueva etapa en el desarrollo tecnológico de aplicación musical. Una etapa en la que algunos músicos y compositores tales como Bach, Mozart, Haysen, y Beethoven entre otros se verían positivos ante el desarrollo de "instrumentos" capaces de automatizar la música, un reconocimiento que fue de gran motivación para los inventores de la época.
Se crearían así varias máquinas totalmente mecánicas capaces de ejecutar instrumentos sin la participación del hombre. Éstas podían ejecutar diferentes tipos de instrumentos al mismo tiempo, algo que para la época era sencillamente sensacional, pero asimismo, tenían una gran desventaja: su tamaño e incomodidad, por lo que no llegan a ser populares.
Una de estas máquinas fue el Panharmonicon, creado en 1761 por Johann Nepomuk Malzel (también inventor del Metrónomo). Una especie de teclado mecánico, o más bien, una orquesta mecánica, capaz de automatizar trompetas, violines, celos, flautas, percusión y cémbalos, entre otros.
Beethoven, convencido por Nepomuk, compuso una sonata para este instrumento llamada "La Victoria de Wellington".El desarrollo de nuevos instrumentos continuaba, lento, aunque cada vez más acelerado.
Aún no existía un concepto que asocie a la música con la tecnología, no existía tampoco un ideal ó filosofía; estos artefactos aparecían para ser interpretados como experimentos extravagantes, sorprendentes quizás, pero definitivamente lejos estaban de ser aceptados oficialmente como un "Instrumento Musical" por los músicos, que en su mayoría, se negaban a alejarse de las limitaciones de los instrumentos convencionales.
Este hecho causo que todos estos aparatos pasaran desapercibidos por la sociedad.
La aplicación de los recientes recursos eléctricos
Llegamos a una fecha muy importante: 1832, donde se concibe la idea de transmitir la voz humana por medio de ondas. En este año el reconocido inventor estadounidense Samuel Morse crea el Telégrafo, un aparato que permitía el envío de pulsos rítmicos a largas distancias. El Telégrafo fue inventado para la comunicación y fue utilizado principalmente con este propósito, pero dadas sus características, no tardó en ser creada una versión musical del mismo llamado: Telégrafo Piano. Este último fue inventado por David E. Hughes y se basaba en un Telégrafo modificado para ser controlado con un teclado tipo piano que facilitaba el generar los diferentes tonos (para dar un particular concierto a distancia).
Nuevos instrumentos a fines del siglo XIX
En 1867 un nuevo aparato semi-eléctrico aparece y deslumbra a todos. Su inventor, un hombre de apellido Hipp, llamó a este invento: Piano Electromagnético, también conocido entonces como Piano Electromecánico.
Este nuevo instrumento semi-eléctrico funcionaba generando un campo magnético por medio de una rueda dentada de hierro que giraba frente a un electroimán al presionar sus teclas. El campo magnético generado alimentaba un conjunto de dínamos, los que finalmente generaban tonos audibles.
A decir verdad la gente quedó maravillada con este piano, lo que como se imaginarán era un avance importante teniendo en cuenta el poco carisma de los antiguos inventos. Pero como era de imaginarse, la gente no se enamoró de él por su compleja mecánica, sino por el hecho de que este piano podía también tocar solo.
Casi una década después, a principios de 1876, Elisha Gary y Bell (este ultimo había inventado el Teléfono ese mismo año, pero olvidó patentarlo...) crean un nuevo instrumento llamado Electroharmónico, con el que se podía enviar sonidos por medio de la línea telefónica.
Con este instrumento aparece por primera vez el Oscilador (circuito electromagnético auto-vibratorio). Este oscilador no era capaz de generar más que frecuencias simples, por lo que para realizar los diferentes tonos se debió utilizar un oscilador en cada tecla configurado para realizar la frecuencia de la nota correspondiente.
Un año después, en 1877, aparecerían dos inventos que descifran la clave de la puerta hacia el futuro:
Thomas Edison daba por terminado su nueva obra maestra: el Fonógrafo. Un instrumento que era capaz de captar las ondas acústicas y transformarlas en ondas eléctricas. Con éste comprueba rápidamente la analogía entre ondas acústicas y eléctricas, con lo que una sumatoria de nuevos inventos basados en la grabación aparecerían en el futuro cercano.
Otro dato interesante de fin de siglo fue la aparición del Disco Fonográfico, creado por Emile Berliner. Aunque nos guardamos este dato para desarrollar en detalle más adelante, veamos una imagen de lo que seria en el futuro el Edison Diamond Disc.
Principios del siglo XX
La evolución no se hacía presente solo en los instrumentos y herramientas tecnológicas, sino que también en los conceptos y teorías musicales. En 1905 un compositor vienés llamado Arnold Schoenberg presenta un estudio que luego sería adoptado por muchos músicos y compositores donde experimenta con los métodos tonales y escalas armónicas conocidas hasta entonces para lograr una nueva concepción: La música atonal.
El concepto de la Música Atonal es aplicado en las primeras obras de música electrónica, por artistas tales como: Pierre Boulez, Edgar Varése, y Pierre Schaeffer, de los que hablaremos más adelante.
Para explicar de que se trata debemos explicar antes un poco el concepto de la música tonal:
Desde el Renacimiento hasta el comienzo del siglo XX la música occidental ha tendido a ser tonal, y para entendernos de una vez por todas, digamos que esta música se basa en un "centro tonal", el que dispone la armonía y las notas permitidas en la melodía a ser realizada.
El mejor ejemplo es el "Feliz cumpleaños a ti", si al cantar esta melodía terminamos omitiendo la ultima nota (sin cantar el monosilabo "ti") nos encontramos con la frustrante sensación que la melodía no vuelve a su centro tonal, y de seguro, si cantamos de esta forma en publico, los espectadores sufrirán tanto esta sensación que cantarían el "ti" como por acto reflejo.
Arnold Schoenberg desarrollo un sistema musical que permitía componer la música atonal de forma organizada, del que surgen más adelante el Serialismo, cuyo concepto era no basar los tonos en las armonías sino en una serie de tonos.
En gran parte, esta música se creaba con la idea de generar diferentes estados de humor en los espectadores, por lo que se lograron piezas que lograban transmitir una carga emocional importantísima, dejando a la luz el efecto de la música (ó más científicamente, de la transmisión organizada de sonidos) sobre la psiquis del humano.
En la próxima actualización de este blog, dentro de siete días, se reproducirá la segunda parte de este estudio. Se agradecen críticas y sugerencias
Autor: Eduardo Garcia Rajo (h)
Fuente consultada: ACUSMÁTICA
martes, 22 de enero de 2008
Mis discos favoritos editados en 2007.
1- The Bravery - The Sun And The Moon
2- Radiohead - In Rainbows
3- The Killers - Sawdust
4- Interpol - Our Love to Admire
5- Chemical Brothers - We Are The Night
6- Panico Ramirez - Al fin solos
7- Emmanuel Horvilleur - Mordisco
8- PJ Harvey - White Chalk
9- Los Latigos - Primeros Auxilios
10- Rosal - Su majestad
11- Lucas Marti - Tu entregador
12- Cafe Tacuba - Sino
Gony
Enfermizo
Sentado aquí, escucho los colores vacíos.
Los ruidos son inexistentes ahora. A veces son más silenciosos.
El llanto de la tormenta estremece la soledad.
La atmósfera se pondrá azul esta noche. El viento silbará en tus oídos.
El viejo cofre está hablando de nuevo.
El sonido potente y ensordecedor del silencio aturde las almas intranquilas.
Las cenizas y el diamante ponen de manifiesto su descontento.
Lucen frívolas las luces de la plaza hoy. A veces se puede caer al vacío.
Los sabores se hacen cada vez más difusos.
El centro de gravitación atrae la imaginación.
La audacia habla en nombre de los inocentes.
¿Quien sabrá el valor que tiene tu deseo?.
Gony
Los ruidos son inexistentes ahora. A veces son más silenciosos.
El llanto de la tormenta estremece la soledad.
La atmósfera se pondrá azul esta noche. El viento silbará en tus oídos.
El viejo cofre está hablando de nuevo.
El sonido potente y ensordecedor del silencio aturde las almas intranquilas.
Las cenizas y el diamante ponen de manifiesto su descontento.
Lucen frívolas las luces de la plaza hoy. A veces se puede caer al vacío.
Los sabores se hacen cada vez más difusos.
El centro de gravitación atrae la imaginación.
La audacia habla en nombre de los inocentes.
¿Quien sabrá el valor que tiene tu deseo?.
Gony
Esa mirada (cualquiera)
La luna suele inspirarse en tu mirada antes de salir a escena.
Creo que es su formula para lucir tan brillante.
Yo no he podido decodificarla, y no se si alguna vez podré, tampoco la he visto muchas veces para ser sincero, pero no creo que haga falta verla muchas veces para quedar pensando.
Tu mirada tiene algo de paranormal, aunque no se bien que significa eso. A veces siento que tengo la necesidad de preguntarte, que significado tiene, que es lo que dice cuando mira, pero después pienso que es inútil, que no hay nada que explicar, que a lo mejor, es mejor así.Tampoco se si vos tenés una explicación para esto.
Ya se hicieron las 2 am, es demasiado tarde, me voy a dormir, pero antes, voy a recordar esa mirada de nuevo.
Gony
Creo que es su formula para lucir tan brillante.
Yo no he podido decodificarla, y no se si alguna vez podré, tampoco la he visto muchas veces para ser sincero, pero no creo que haga falta verla muchas veces para quedar pensando.
Tu mirada tiene algo de paranormal, aunque no se bien que significa eso. A veces siento que tengo la necesidad de preguntarte, que significado tiene, que es lo que dice cuando mira, pero después pienso que es inútil, que no hay nada que explicar, que a lo mejor, es mejor así.Tampoco se si vos tenés una explicación para esto.
Ya se hicieron las 2 am, es demasiado tarde, me voy a dormir, pero antes, voy a recordar esa mirada de nuevo.
Gony
domingo, 20 de enero de 2008
Obsesión noctámbula
Esta noche voy a salir a buscarte. Esta noche no voy a parar hasta encontrarte. Me hundiré en la profundidad de la noche, bucearé en lo mas profundo de la oscuridad, en medio de tanto frío, ese que te congela por dentro Esta noche me convertiré en un animal. Esta noche voy a ser un obsesivo irreconciliable. Aun recuerdo esas tardes en la que estábamos juntos, no me olvide de tu sonrisa, que lejos que quedo todo eso, que poco duran los momentos felices. Esta noche vas a estar en un lugar seguro, cubierta del frío, en una cama segura, bajo un techo que te resguarde, en un lugar en el que sientas que estás a salvo de tus miedos, de tus inseguridades. Y yo acá en medio de la noche oscura y fría, pero eso ya no me retiene, es más, creo que me estimula a seguir buscando. Esta noche no quiero que se acabe, todavía creo que es posible ver tu sonrisa de nuevo.
Gony.
Gony.
sábado, 19 de enero de 2008
Todas las mentiras conducen a la verdad
Con el tiempo me he convencido de que todas las mentiras están perfectamente planificadas, no son ocasionales, ni inocentes, no son mentirosas, forman parte de una gran conspiración, desentrañarlas una por una, es caminar a la verdad, a la verdad de la gran mentira.
Gony
Gony
Pequeña historia de colección
Cuando entre en la vieja casona, el teléfono llamaba por cuarta ves, no me atreví a levantar el tubo subí por la escalera, entré a unos de los cuartos, salí al balcón que daba al patio, no había nadie, la casona parecía abandonada. Bajé, caminé diez pasos, el teléfono había dejado de sonar. Me percate de un sótano, decidí bajar, prendí la linterna, estaba muy oscuro, había una vieja aparador y un placard, abrí una de sus puertas y ahí lo encontré.
Gony
Gony
Pequeña historia de colección II
Anoche te vi en un sueño, estabas perfecta, pude ver tu rostro en detalle. Lo mas increíble fue que ya me había olvidado de tu rostro, sin embargo estabas ahí, entera, radiante, como queriendo decirme algo, no se que. Ahora tengo dudas no me acuerdo cuando fue la ultima vez que te vi, creo que fue hace un año, no se bien. Me acuerdo haber observado cuando te ibas, casi como en cámara lenta, esa creo que fue la última vez, hasta anoche en el sueño.
Gony
Gony
jueves, 17 de enero de 2008
El ensayo en tiempos del blog
Publicado en la revista Ñ
Se mueven entre la erudición y la cultura pop. Sus blogs terminaron en libros de éxito. Rafael Cippolini publicó Contagiosa paranoia, y Fabián Casas, Ensayos bonsai. A su vez, Reinaldo Laddaga, autor de Espectáculos de realidad indaga en estas escrituras.
FERNANDO GARCIA Y ANDRES HAX.
fegarcia@clarin.com
Temprano, en la mañana boreal, el ensayista abre su ventana (que es la ventana conocida en ambos hemisferios como Windows) y echa un vistazo al mundo que lo rodea. Este es su diagnóstico, pues.
"Vivimos en un mundo de individuos hiperexpresivos: individuos que hablan de sí mismos en consultorios donde exploran diferentes terapias, individuos que se visten de tal o cual manera sabiendo que de ese modo favorecen las condiciones por las cuales podrán constituir tal o cual identidad, individuos que registran sus acciones a través de cámaras y envían estos registros a su familia o sus amigos o las ponen en el dominio público, en espacios como You Tube. Es probable que nunca haya habido una situación semejante a la de nuestro mundo, donde el dominio de lo escénico haya estado tan extendido como lo está entre nosotros, donde todo el mundo haya estado, de manera rutinaria, compelido a ponerse en escena".
Concluye el ensayista, que se llama Reinaldo Laddaga y está contestando la última pregunta de un cuestionario sobre su libro Espectáculos de realidad y las nuevas coordenadas del ensayo:
"Vivimos en medio de una explosión generalizada de actos de ficción que, desconcertantemente, se realizan en nombre de la sinceridad. Los espectáculos de realidad son inseparables de esta situación. No veo cómo un artista podría, hoy, no estar interesado en ellos. Tampoco veo cómo este hipotético artista, confrontado a esta forma de espectáculo, podría prescindir de imaginar una versión fantástica de ella, que extienda alguno de sus principios y cancele sus elementos más funestos".
Hay en la conclusión de Laddaga un golpe de época que marca la necesidad de encontrar nuevos speakers para delimitar el complejo bosque de artefactos culturales en el que vivimos. Para esto se requieren cazadores de significado que dispongan mapas, herramientas.
Este horizonte cruza a tres autores argentinos que en 2007 marcaron, con sus respectivos libros, una nueva frontera para el ensayo. En Contagiosa paranoia, de Rafael Cippolini; Ensayos bonsai, del poeta Fabián Casas y Espectáculos de realidad de Laddaga, se vislumbra una mirada generacional (autores nacidos en los 60) que hace equilibrio entre la erudición académica (entre la teoría del arte contemporáneo y las vanguardias literarias) y la erudición pop (rock, música electrónica, televisión). Una mirada, sobre todo, a la que le toca hacer equilibrio entre la palabra escrita (con sus tiempos de impresión y publicación) y la palabra virtual (capaz de pegar pensamiento y lectura en ese viaje inmediato: post). Libros de ensayo en un momento en el que la novela se pliega hacia el ensayo (Vila Matas, Coetzee, Sebald) y en el que la blogósfera ha revelado una cantera de ensayistas amateur.
Al ensayo 2.0 le toca desplegar sus armas en este frente sobresaturado de escritura y pensamiento, de diarios privados-públicos que se abren hacia el infinito por sus comments y nunca terminan verdaderamente de escribirse.
Estos ensayistas están, como manifestaba Laddaga al principio, cruzados por esta realidad y antes que apocalípticos o integrados habrá que recatalogarlos como anfibios (tomando prestado y ampliando al resto la palabra que usa para definirse Cippolini en su relación con Internet).
Contagiosa paranoia y Ensayos bonsai podrían tener un lugar en el inventario inmediato como los primeros libros de ensayo sucedáneos del fenómeno blog. Cippolini acomete aquí con "remixes" (usa una figura de la cultura dance de compleja traslación al campo de lo escrito) de sus textos para Cippodromo(y otras publicaciones previas en papel), su manifiesto on-line. Es importante detenerse en el perfil que presenta Cippolini en la web: "ensayista full time". No está aquí el novelista que recoge sus apuntes sobre el mundo de todos los días y lo anexa al amparo de su nombre o estilo. Ensayista, ensayista, ensayista duro, Cippolini está redefiniendo un espacio.
"El ensayo no es solamente un género, sino que es una forma de vida. Ensayo también en el sentido más vulgar e inmediato de ensayo y error, como el paso previo antes de estrenar una obra, el que tiene una banda de rock antes de salir a tocar. Ese momento provisorio es el que me interesa más. Es decir, no me interesa llegar a una obra terminada. Que el texto sea un rastro, que sea provisorio", afirma.
On line –Cippolini exhibe además su avatar virtual– lo suyo es un cruce entre arte contemporáneo, tecnología y cultura pop. Lo más lejos a lo que ha llegado ese cruce es la formulación de un mapa teórico para entender los alcances de ese nuevo mundo (vituperado y ensalzado en partes iguales por los medios tradicionales) que es Second Life. El blog traslada su estrategia– capítulos entrelazados por textos cortos, textos post–a Contagiosa paranoia, el libro. Se trata de un indispensable catálogo de de-generados (los que dinamitaron las comodidades del género) en donde Cippolini oficia de arqueólogo. Su trabajo es detectar las excavaciones que unen, por ejemplo, al grupo que tradujo el Ferdydurke de Gombrowicz con la fundación del movimiento Madí. O esto: el camino que lleva de Alberto Greco a Palito Ortega.
En ese mismo nivel de heterogeneidad trabaja el poeta Fabián Casas, aunque lo suyo está más cerca de una colección de apuntes sentimentales. Ensayos bonsái arranca con una reflexión trasnochada sobre Julio Cortázar–viendo a Cortázar en el cable–, sigue por Led Zeppelin, Beckett, Joyce, Abbey Road, Zidane, todo jugado al mismo plano. Muchos de estos textos tuvieron vida virtual previa en el blog del escritor Pedro Mairal y, como sucede con algunos tramos de Contagiosa paranoia, tienen, justamente, contextura de blog. El objeto libro pareciera exigir un espesor distinto a esa "prosa al tuntún" de la que se habla en la contratapa. El mismo Casas da cuenta de esta categoría difusa. "Creo que la calidad de la blogósfera depende de quiénes escriban en ella. No tiene en sí misma, como soporte técnico, una ontología de calidad. A mí me sirve para no tomarme tanto en serio, que me parece uno de los grandes pecados de la gente. Escribo algo, se lo paso a mi amigo Pedro Mairal, el lo sube a su blog y listo". Como Cippolini, Casas defiende al ensayo como lo no-hecho y rompe con cualquier forma que lo prefigure: "No tengo una idea sobre la morfología que debe tener un ensayo. Yo encuentro más poesía en los ensayos de Borges que en sus poemas hechos y derechos. Ensayar es acercarse a algo, tirar y errar. De ahí el epígrafe de (el actor) David Duchovny que le puse al broli".
Duchovny: "Lo que yo busco en la performance de cada actor es el Hamartia, un término de arquería que se refiere a la forma en que se yerra, no a la forma que se acierta". Pienso, luego posteo. El ensayo 2.0 opera en esta máxima, al menos para la franja amateur que conquista la blogósfera y repite con la escritura el fenómeno de la fotografía. Laddaga indaga en la noción de Junkspace (espacio basura) del arquitecto holandés Rem Koolhaas para redefinir lo específico del ensayo. "La expresión me parece feliz para describir el plano ultradenso de mensajes que constituye nuestro entorno inmediato. La expresión, por otra parte, subraya otra cosa: la impresión de descomposición más o menos generalizada que me resulta difícil no tener. La práctica del ensayo (que quisiera poner orden, aunque parcial, en alguna región de este espacio) se vuelve en estas condiciones particularmente importante".
En Espectáculos de realidad, Laddaga busca vincular a los narradores latinoamericanos de los últimos veinte años que marcan la agenda de hoy. Su estilo no es el del polemista –no hay aquí otro Literatura de izquierda (Damián Tabarovsky), insoslayable lectura para este panorama–: la fricción en el recorte. Para Laddaga cuentan César Aira, Fernando Vallejo, Joao Gilberto Noll, Mario Bellatin y Osvaldo Lamborghini. La tipología 2.0 aparece aquí en la capacidad de Laddaga para vincular autores y libros con el escenario antes descripto. Escribe Laddaga: "Estos son libros que se escriben en una época en que por primera vez en mucho tiempo, no está claro que el vehículo principal de la ficción verbal sea lo impreso". Por eso dirá que las novelas de Aira son "emisiones" (en el sentido televisivo del término) y que la velocidad de algunos de estos autores prefiguró al usuario del blog (el urgente "quiero publicar, luego escribir" de Lamborghini): "Son libros que parecen escribirse mientras se imprimen", observa.
El ensayo de Laddaga es casi meta-ensayo. Se propone atravesar una galaxia de libros que "ensayan cómo debiera ser la literatura" en estas condiciones de espacio sobresaturado, de espacio basura ("nuestro mundo se parece al universo del Ireneo Funes de Borges que le decía al narrador del cuento que su memoria era un 'vertedero de basuras' "). Aunque menos pop que Cippolini y Casas y definitivamente más cerca del texto teórico sus panoramas no rehúyen utilizar la idea del trance y la improvisación en la música electrónica o la fabulosidad en Aira a partir del cine industrial de Spielberg. Con todo, hay una coincidencia sobresaliente: el uso determinante de la primera persona (Beatriz Sarlo recién utilizó ese registro en La pasión y la excepción de 2003).
Casas: "Tal vez a través de las ideas uno dé cuenta de una biografía colectiva".
Laddaga: "En primer lugar, todos los que escribimos sobre arte, literatura y música, sabemos que no hay, para la clase de fenómenos que nos interesa abordar, perspectivas que trasciendan las personales".
Cippolini: "Cuando vos estás escribiendo un ensayo estás investigando qué te pasa con algo a vos. Hay una exploración personal cruzada con una hipótesis".
Estos ensayos 2.0 vienen también a ocupar una franja que se abre entre las publicaciones doctas y el ensimismado diván argentino (ese "cómo somos" que no termina de cuajar como Historia ni como Sociología). Los tres, de distinta manera, buscan restablecer una forma multidisciplinaria que le es propia, o que debería serle propia, al ensayista.
Cippolini: "La ensayística con el tiempo se fue especializando cada vez más. Ya no se escribe en el intermedio, donde todo se hace incómodo. Y ese es el lugar que me interesa a mí".
Casas: "Sé que es en los cruces donde está lo más interesante. Que los caminos de los puristas conducen irremediablemente al fascismo".
Epa. La palabra "fascismo" introduce aquí una dimensión política directa cuya ausencia es también una clave del ensayo 2.0. No parecen continuarse aquí los caminos de una ensayística jugada por una u otra plataforma de pensamiento político. ¿Será en ese sentido light el ensayo 2.0?
Casas: "Todos los ensayos son políticos, aunque hablen de la genealogía del tomate".
Se mueven entre la erudición y la cultura pop. Sus blogs terminaron en libros de éxito. Rafael Cippolini publicó Contagiosa paranoia, y Fabián Casas, Ensayos bonsai. A su vez, Reinaldo Laddaga, autor de Espectáculos de realidad indaga en estas escrituras.
FERNANDO GARCIA Y ANDRES HAX.
fegarcia@clarin.com
Temprano, en la mañana boreal, el ensayista abre su ventana (que es la ventana conocida en ambos hemisferios como Windows) y echa un vistazo al mundo que lo rodea. Este es su diagnóstico, pues.
"Vivimos en un mundo de individuos hiperexpresivos: individuos que hablan de sí mismos en consultorios donde exploran diferentes terapias, individuos que se visten de tal o cual manera sabiendo que de ese modo favorecen las condiciones por las cuales podrán constituir tal o cual identidad, individuos que registran sus acciones a través de cámaras y envían estos registros a su familia o sus amigos o las ponen en el dominio público, en espacios como You Tube. Es probable que nunca haya habido una situación semejante a la de nuestro mundo, donde el dominio de lo escénico haya estado tan extendido como lo está entre nosotros, donde todo el mundo haya estado, de manera rutinaria, compelido a ponerse en escena".
Concluye el ensayista, que se llama Reinaldo Laddaga y está contestando la última pregunta de un cuestionario sobre su libro Espectáculos de realidad y las nuevas coordenadas del ensayo:
"Vivimos en medio de una explosión generalizada de actos de ficción que, desconcertantemente, se realizan en nombre de la sinceridad. Los espectáculos de realidad son inseparables de esta situación. No veo cómo un artista podría, hoy, no estar interesado en ellos. Tampoco veo cómo este hipotético artista, confrontado a esta forma de espectáculo, podría prescindir de imaginar una versión fantástica de ella, que extienda alguno de sus principios y cancele sus elementos más funestos".
Hay en la conclusión de Laddaga un golpe de época que marca la necesidad de encontrar nuevos speakers para delimitar el complejo bosque de artefactos culturales en el que vivimos. Para esto se requieren cazadores de significado que dispongan mapas, herramientas.
Este horizonte cruza a tres autores argentinos que en 2007 marcaron, con sus respectivos libros, una nueva frontera para el ensayo. En Contagiosa paranoia, de Rafael Cippolini; Ensayos bonsai, del poeta Fabián Casas y Espectáculos de realidad de Laddaga, se vislumbra una mirada generacional (autores nacidos en los 60) que hace equilibrio entre la erudición académica (entre la teoría del arte contemporáneo y las vanguardias literarias) y la erudición pop (rock, música electrónica, televisión). Una mirada, sobre todo, a la que le toca hacer equilibrio entre la palabra escrita (con sus tiempos de impresión y publicación) y la palabra virtual (capaz de pegar pensamiento y lectura en ese viaje inmediato: post). Libros de ensayo en un momento en el que la novela se pliega hacia el ensayo (Vila Matas, Coetzee, Sebald) y en el que la blogósfera ha revelado una cantera de ensayistas amateur.
Al ensayo 2.0 le toca desplegar sus armas en este frente sobresaturado de escritura y pensamiento, de diarios privados-públicos que se abren hacia el infinito por sus comments y nunca terminan verdaderamente de escribirse.
Estos ensayistas están, como manifestaba Laddaga al principio, cruzados por esta realidad y antes que apocalípticos o integrados habrá que recatalogarlos como anfibios (tomando prestado y ampliando al resto la palabra que usa para definirse Cippolini en su relación con Internet).
Contagiosa paranoia y Ensayos bonsai podrían tener un lugar en el inventario inmediato como los primeros libros de ensayo sucedáneos del fenómeno blog. Cippolini acomete aquí con "remixes" (usa una figura de la cultura dance de compleja traslación al campo de lo escrito) de sus textos para Cippodromo(y otras publicaciones previas en papel), su manifiesto on-line. Es importante detenerse en el perfil que presenta Cippolini en la web: "ensayista full time". No está aquí el novelista que recoge sus apuntes sobre el mundo de todos los días y lo anexa al amparo de su nombre o estilo. Ensayista, ensayista, ensayista duro, Cippolini está redefiniendo un espacio.
"El ensayo no es solamente un género, sino que es una forma de vida. Ensayo también en el sentido más vulgar e inmediato de ensayo y error, como el paso previo antes de estrenar una obra, el que tiene una banda de rock antes de salir a tocar. Ese momento provisorio es el que me interesa más. Es decir, no me interesa llegar a una obra terminada. Que el texto sea un rastro, que sea provisorio", afirma.
On line –Cippolini exhibe además su avatar virtual– lo suyo es un cruce entre arte contemporáneo, tecnología y cultura pop. Lo más lejos a lo que ha llegado ese cruce es la formulación de un mapa teórico para entender los alcances de ese nuevo mundo (vituperado y ensalzado en partes iguales por los medios tradicionales) que es Second Life. El blog traslada su estrategia– capítulos entrelazados por textos cortos, textos post–a Contagiosa paranoia, el libro. Se trata de un indispensable catálogo de de-generados (los que dinamitaron las comodidades del género) en donde Cippolini oficia de arqueólogo. Su trabajo es detectar las excavaciones que unen, por ejemplo, al grupo que tradujo el Ferdydurke de Gombrowicz con la fundación del movimiento Madí. O esto: el camino que lleva de Alberto Greco a Palito Ortega.
En ese mismo nivel de heterogeneidad trabaja el poeta Fabián Casas, aunque lo suyo está más cerca de una colección de apuntes sentimentales. Ensayos bonsái arranca con una reflexión trasnochada sobre Julio Cortázar–viendo a Cortázar en el cable–, sigue por Led Zeppelin, Beckett, Joyce, Abbey Road, Zidane, todo jugado al mismo plano. Muchos de estos textos tuvieron vida virtual previa en el blog del escritor Pedro Mairal y, como sucede con algunos tramos de Contagiosa paranoia, tienen, justamente, contextura de blog. El objeto libro pareciera exigir un espesor distinto a esa "prosa al tuntún" de la que se habla en la contratapa. El mismo Casas da cuenta de esta categoría difusa. "Creo que la calidad de la blogósfera depende de quiénes escriban en ella. No tiene en sí misma, como soporte técnico, una ontología de calidad. A mí me sirve para no tomarme tanto en serio, que me parece uno de los grandes pecados de la gente. Escribo algo, se lo paso a mi amigo Pedro Mairal, el lo sube a su blog y listo". Como Cippolini, Casas defiende al ensayo como lo no-hecho y rompe con cualquier forma que lo prefigure: "No tengo una idea sobre la morfología que debe tener un ensayo. Yo encuentro más poesía en los ensayos de Borges que en sus poemas hechos y derechos. Ensayar es acercarse a algo, tirar y errar. De ahí el epígrafe de (el actor) David Duchovny que le puse al broli".
Duchovny: "Lo que yo busco en la performance de cada actor es el Hamartia, un término de arquería que se refiere a la forma en que se yerra, no a la forma que se acierta". Pienso, luego posteo. El ensayo 2.0 opera en esta máxima, al menos para la franja amateur que conquista la blogósfera y repite con la escritura el fenómeno de la fotografía. Laddaga indaga en la noción de Junkspace (espacio basura) del arquitecto holandés Rem Koolhaas para redefinir lo específico del ensayo. "La expresión me parece feliz para describir el plano ultradenso de mensajes que constituye nuestro entorno inmediato. La expresión, por otra parte, subraya otra cosa: la impresión de descomposición más o menos generalizada que me resulta difícil no tener. La práctica del ensayo (que quisiera poner orden, aunque parcial, en alguna región de este espacio) se vuelve en estas condiciones particularmente importante".
En Espectáculos de realidad, Laddaga busca vincular a los narradores latinoamericanos de los últimos veinte años que marcan la agenda de hoy. Su estilo no es el del polemista –no hay aquí otro Literatura de izquierda (Damián Tabarovsky), insoslayable lectura para este panorama–: la fricción en el recorte. Para Laddaga cuentan César Aira, Fernando Vallejo, Joao Gilberto Noll, Mario Bellatin y Osvaldo Lamborghini. La tipología 2.0 aparece aquí en la capacidad de Laddaga para vincular autores y libros con el escenario antes descripto. Escribe Laddaga: "Estos son libros que se escriben en una época en que por primera vez en mucho tiempo, no está claro que el vehículo principal de la ficción verbal sea lo impreso". Por eso dirá que las novelas de Aira son "emisiones" (en el sentido televisivo del término) y que la velocidad de algunos de estos autores prefiguró al usuario del blog (el urgente "quiero publicar, luego escribir" de Lamborghini): "Son libros que parecen escribirse mientras se imprimen", observa.
El ensayo de Laddaga es casi meta-ensayo. Se propone atravesar una galaxia de libros que "ensayan cómo debiera ser la literatura" en estas condiciones de espacio sobresaturado, de espacio basura ("nuestro mundo se parece al universo del Ireneo Funes de Borges que le decía al narrador del cuento que su memoria era un 'vertedero de basuras' "). Aunque menos pop que Cippolini y Casas y definitivamente más cerca del texto teórico sus panoramas no rehúyen utilizar la idea del trance y la improvisación en la música electrónica o la fabulosidad en Aira a partir del cine industrial de Spielberg. Con todo, hay una coincidencia sobresaliente: el uso determinante de la primera persona (Beatriz Sarlo recién utilizó ese registro en La pasión y la excepción de 2003).
Casas: "Tal vez a través de las ideas uno dé cuenta de una biografía colectiva".
Laddaga: "En primer lugar, todos los que escribimos sobre arte, literatura y música, sabemos que no hay, para la clase de fenómenos que nos interesa abordar, perspectivas que trasciendan las personales".
Cippolini: "Cuando vos estás escribiendo un ensayo estás investigando qué te pasa con algo a vos. Hay una exploración personal cruzada con una hipótesis".
Estos ensayos 2.0 vienen también a ocupar una franja que se abre entre las publicaciones doctas y el ensimismado diván argentino (ese "cómo somos" que no termina de cuajar como Historia ni como Sociología). Los tres, de distinta manera, buscan restablecer una forma multidisciplinaria que le es propia, o que debería serle propia, al ensayista.
Cippolini: "La ensayística con el tiempo se fue especializando cada vez más. Ya no se escribe en el intermedio, donde todo se hace incómodo. Y ese es el lugar que me interesa a mí".
Casas: "Sé que es en los cruces donde está lo más interesante. Que los caminos de los puristas conducen irremediablemente al fascismo".
Epa. La palabra "fascismo" introduce aquí una dimensión política directa cuya ausencia es también una clave del ensayo 2.0. No parecen continuarse aquí los caminos de una ensayística jugada por una u otra plataforma de pensamiento político. ¿Será en ese sentido light el ensayo 2.0?
Casas: "Todos los ensayos son políticos, aunque hablen de la genealogía del tomate".
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