martes, 8 de julio de 2008

Ira 3.2


Y en ese momento de ira el hombre le pego una patada a su placard rompiendo una de sus puertas en varios pedazos.
En ese tramo tan pequeño de tiempo separado por milesimas de segundo que se transforman en horas interminables, el hombre se arrepiente al mismo tiempo que escucha el ruido de las maderas caer.
En una extraña sensación el hombre se arrepiente pero de igual manera al escuchar los trozos de madera en el piso ese hombre con mirada perdida siente alivio.

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