domingo, 23 de agosto de 2009

Incontrolable

Mientras conversaba telefónicamente con ella, empecé a sentir la tensión sexual, si era eso, estaba en el aire, creo que ella también lo sentía. La conversación era una escusa para lo otro. Ni yo y pienso que ella tampoco quería que terminara esa conversación intrascendente.
Si no hubiera sido por las distancias que nos separaban la tensión nos hubiera contagiado tanto que nada nos hubiera importado.

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