martes, 12 de agosto de 2008

Sofía conduce


Sofía conduce a la deriva por la carretera desierta al oeste de Texas. Su viejo automóvil modelo 68 la acompaña en su soledad.
Sofía aumenta la velocidad en medio de la nada. Ella trata de escapar, pero todavía no sabe donde y tampoco está segura de quien. El desierto se pone pesado mientras la transpiración la ahoga en su desconcierto.
Cae la tarde y la carretera se pone tenebrosa. Sofía continúa su huída hacia ningún lado. Ella ni siquiera sabe cuanto combustible le queda en el tanque, apenas ha parado un par de veces para reabastecer de agua el motor.
Sofía ha permanecido todo el día inexpresiva pero serena, como si todo estuviera bajo control.
Empieza a caer la de noche en la carretera, todavía faltan horas para llegar al primer poblado.
Pero en un momento reacciona, como si hubiera despertado de una pesadilla horrible.
Ella frena el vehículo, se baja del coche, camina hasta el capó del auto, se apoya en él, enciende el último cigarrillo, mira hacia el horizonte totalmente oscurecido y con la mirada perdida, piensa que algún día podrá volver.

No hay comentarios: