“Yo usaba una especie de eslogan: escribo para no ser escrito. Viví escrito muchos años, representaba un relato. Supongo que escribo para escribir a otros, para operar sobre el comportamiento, la imaginación, la revelación, el conocimiento de los otros. Quizá sobre el comportamiento literario de los otros. Escribo para conservar el arte de contar sin sacrificar el ejercicio de pensar, un pensar que tiene que ver con la moral. La gente es muy obediente a las normas que le impiden operar en lo indiscernible y en la ambigüedad, a la represión ante las ideas que revelan la propia trivialidad, el sinsentido. Creo que es mucho más importante pensar que contar, pero para imponer el arte de pensar hay que contar. La razón no se sotiene sin relatos”.
1 comentario:
Fogwill es un maestro de la incorrección política.
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