viernes, 28 de mayo de 2010

Turbulenta embestida

Su voraz y sangrienta guerra santa contra la humanidad desprovista de frialdad
Se abate sobre los corazones inocentes de deseo
Su voraz y sangrienta guerra santa contra la humanidad desprovista e inmobilizada
Cae con fuerza en las columnas frágiles que yacen sobre el desierto rosado
Su feroz incomprensión destierra las ilusiones humanas
El aire se contamina cada vez más
Cada vez más se hace más espeso, más gris, más perturbador
En las sienes estallan y se derraman convencidos de creer
Su voraz apetito consume las almas enrojecidas sobre un mar de sangre
La playa luce inhóspita de corazones inocentes de deseo
ésos que sufren sus embestidas de fuego.

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