Su voraz y sangrienta guerra santa contra la humanidad desprovista de frialdad Se abate sobre los corazones inocentes de deseo Su voraz y sangrienta guerra santa contra la humanidad desprovista e inmobilizada Cae con fuerza en las columnas frágiles que yacen sobre el desierto rosado Su feroz incomprensión destierra las ilusiones humanas El aire se contamina cada vez más Cada vez más se hace más espeso, más gris, más perturbador En las sienes estallan y se derraman convencidos de creer Su voraz apetito consume las almas enrojecidas sobre un mar de sangre La playa luce inhóspita de corazones inocentes de deseo ésos que sufren sus embestidas de fuego.