lunes, 13 de octubre de 2008

Imprevisto y causal


Cuando ella se atrevió y rompió el silencio, mi sorpresa fue total
Aún hoy no logro salir de mi asombro
Hablamos calidamente durante media hora

Confieso que yo solo la conocía de vista,
A lo sumo habíamos cruzado un par de miradas
Pero ves no me puse en guardia
No quise demostrarle mis necesidades

Así que me relaje y me dediqué a escucharla sin demasiada ilusión
Ella me hablaba de sus estudios y sus noches
De sus pagos y costumbres
Yo la observaba, casi no decía palabra
Yo me dejaba llevar
Tenía un trago en la mano que ni ella y yo bebíamos
Las palabras eran más importantes


Cuando ella terminó de hablar en un momento
Me abalance sobre ella y sin mediar palabra alguna comencé a besarla
Ante mi ofensiva ella solo sonrió
Y dejó que todo pasara.

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