El joven estudiante desea que: el 21 de septiembre llueva torrencialmente, para que ningún estupido/a salga a los parques de la ciudad a festejar nada.
El joven estudiante ha recibido reproches de antisocial, pero él no comparte esa aseveración.
El joven estudiante secundario prefiere lo que otros no, y recuerda con beneplácito haber estado en un gran parque disfrutando de un 21 de septiembre soleado y radiante con toda la división de su curso.
El joven estudiante no tiene claro específicamente porque desea un 21 de septiembre lluvioso. Él finalmente concluye que debe ser solo para ir contra la corriente.
Al joven estudiante no le agrada pensar como los demás, en el fondo cree que son unos idiotas.
El prefiere ser un exótico agradable y diplomático que normal y conformista.
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