lunes, 31 de enero de 2011

La desalmada Manson


La mujer rostro Manson había soñado con llegar al castillo que se situaba en la cima de la montaña. Con sus constantes problemas psiquiátricos se había ido quedando en el camino. De ahí que en un momento decidió ir por el camino más corto y empezó a trepar en tal sentido. Sus movimientos nunca fueron del todo transparentes mas bien todo lo contrario.

Lenta pero de manera persistente construyó lazos con el único fin de beneficiarse en su cruzada.

Poco a poco se convirtió en la viuda negra del lugar, a muchos engrupió, eso si, su misión no fue gratis. Su orgullo se vio diezmado muchísimas veces pero eso es algo que la mujer rostro Manson no le importó demasiado.

Sus labios jamás pudieron pronunciar verdad. Su enredadera de codicia nunca le permitió esbozar ni un gramo de sinceridad. En ese lapso no dejó muñeco sin voltear, de todos sangre bebió. Su miserable realidad la dejó huérfana de dignidad.

Pero la señora Manson no podía volver atrás, demasiados muertos yacían en su placar, lo que no pudo es evitar que su enredadera de infantiles mentiras se prolongue y el boca en boca no tardó en masificarse. Entonces la pobre señora Manson un día sucumbió.

lunes, 24 de enero de 2011


Tuve escamas tuyas en la piel

Y un amplio mapa de chismes dichos al oído

La desalmada


Un cristal líquido le hace de espejo durante todo el día

A su alrededor el mundo se puede caer y levantarse

puede hacer Explosión o implosión

Ella no lo percibe

está demasiado ocupada en su espejo

en su compleja entretejido de mentiras

El espejo de cristal también le sirve como plataforma para su actuación

En todas sus obras es una trola barata

el papel que mejor le sale

lo ejerce a diario

y a veces también recurre

y vuelve a las andanzas de ayer nomás

lunes, 17 de enero de 2011

Invisible infección


Esa noche confirmé los comentarios que giraban alrededor de la situación. Lo que no pude es sincerarme sobre el terrible olor a pescado podrido que emanaba de ese viejo y maltrecho embudo, no sé si fue por vergüenza ajena o qué pero no pude.

Sólo lo sufrí, que no es poco, porque estuve tres días con ese olor a podrido en mi aliento, lo sentía dentro mío, en mi piel ¿Cuál era el origen de ese apestoso olor nauseabundo? En ese momento recordé las estrictas recomendaciones del afgano sobre los males a los que me exponía si visitaba el viejo túnel oscuro. Yo había hecho caso omiso a tal recomendación y pretendí ser uno de los muchos visitantes que allí había estado. En una noche rusa caí en el embudo de repente y de un cimbronazo empecé a desesperarme ¿Qué males pude haber inhalado en ese viejo embudo? ¿Existía algún medicamento para tal mal? El posible daño ¿era irreversible?

Fueron tres días de padecimiento y violenta incertidumbre hasta que al despertar del cuarto día el terrible olor desapareció, se esfumó…

Nunca pude saber del todo si finalmente me libré de ese extraño y desagradable olor. No hasta ahora…

sábado, 15 de enero de 2011

Demonomanía (adaptación)

Cartel de freaks
Familia de impostores
Su cruz… sin luz
no aguanta la corona
Mentiste bien, robaste fe
Tu club estalla y desmorona
es la demonomanía
complota el miedo y la razón
ya no vales, no tienes salvación

De un disco viejo y satánico de Babasónicos.

¿Dónde estarás muchacha viajera?