El 2010 nos encuentra a puro corte de luz. ¿Quién lo hubiera imaginado tiempo atrás? ¿Quién hubiera pensado hace 20 años que en pleno siglo XXI las almacenes de barrio se queden sin stock de velas? ¿Quién?
Pero sucedió y así estamos con estos gobiernos masacradotes de ilusiones, insensibles, atestados de delincuentes de traje y corbata. Bueno hace veinte años también era así y veinte años antes también y podríamos retroceder muchos años atrás, tal vez hasta el nacimiento de esta “patria” en 1810, ya que nos hablan de bicentenario. Que poca gente hay para reivindicar en estos 200 años, pobre la memoria de Belgrano, Castelli, Moreno y San Martín. Como los han bastardeado durante doscientos años. Solo recordar las campañas genocidas de Roca, las tantas masacres de trabajadores tantas, las dictaduras asesinas en los ’70, la desocupación y la miseria en el granero del mundo, etc, etc.
Flor de hijos de puta han sido y son nuestros dirigentes o mejor dicho estos gerentes de poderosos.
En fin, como verán el panorama parece sombrío ¿no? Pero hay que confiar, confiar en nosotros. Después de todo estamos acá seguimos disfrutando de nuestros encuentros, amistades, salidas, libros y música.
De paso en este enero caluroso pasó por Córdoba Matallica, la legendaria banda heavy americana. En unos días se realizará una nueva edición del Cosquín Rock en la comuna de San roque. Si bien la propuesta es mas o menos la misma de siempre hay cositas interesantes, no muchas. Ojalá que en algun momento se jueguen y traigan otras expresiones dentro del rock.
Las cartas están sobre la mesa: cortes de luz, bicentenario a pura vela, los sospechosos cada vez menos sospechosos porque son culpables siguen en el mismo lugar, cacerolazos que vuelven y cosas para celebrar cotidianidades dignas de ser celebradas, ahí debe estar la felicidad, es la única forma de felicidad posible (por ahora)
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