En esta hermosa gris me puse a leer con mis alumnos. Tiempo atrás no me lo hubiera imaginado.
Poesías y cuentos, lectura silenciosa, el único ausente es el café.
Los alumnos y alumnas leen, preguntan, sonríen, se sorprenden con las historias que el libro les propone
Los varones prefieren los cuentos mientras que las mujeres las poesías.
A la hora de poner en común las lecturas los varones son tímidos y se comen las comas.
En cambio las nenas teatralizan, actúan, se meten en las historias, se abstraen de la realidad.
A mi me queda coordinar, dar la palabra. La clase transcurre en plena armonía.
Lo único que me falta es un café.
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